Los perros son animales que en su estado natural viven en manadas o en grupos, hacen ejercicio diario, para quemar toda la energía que tienen, y siguen a un líder, que es quien impone la disciplina y las normas. Sin éstas dos cosas básicas, no puede haber equilibrio en una manada.
Aunque muchas veces pensemos que lo que más necesita nuestro perro es cariño, cariño y más cariño, ésto, en realidad, es una necesidad más nuestra que del propio animal. Y no digo que no lo necesiten o que no debamos dárselo, sino que
antes debemos cubrir otras necesidades básicas.
En el momento en el que el perro entra a formar parte de nuestra familia o vive con nosotros, formamos también una manada con ellos, y las necesidades que debemos cubrir son las mismas, adaptadas a nuestra manada.
En nuestra manada (aunque seamos solamente nosotros y el perro), para que haya equilibrio y funcione bien, debe haber un líder, que imparta la disciplina, imponga las normas y marque los límites. Sin normas ni límites, nuestra convivencia con el animal se complicará y surgirán problemas y conflictos. Y ésto lo sabemos muy bien todos los que hayamos tenido perro alguna vez.
Imponer disciplina NO ES CASTIGAR, NI PEGAR, NI GRITAR, ya que, a parte de que creo que es perjudicial, NO FUNCIONA.
La disciplina es imponer normas y límites racionales, para crear una convivencia equilibrada y en paz, y conseguirlo también en relación con otros animales y personas.
La disciplina es corregir, en el momento de producirse, o instantes antes o después, la conducta que tratamos de evitar. Pasado ese momento ya no funciona.
Cuando en una manada no hay un líder que imponga ésta disciplina, surgen los conflictos, las conductas dañinas, y el desequilibrio. Y en nuestra manada los lideres que deben imponer ésta disciplina somos nosotros.
Si nosotros no tomamos el papel que nos corresponde, y asumimos que debemos ser los lideres, el animal tendrá que tomar ese papel. (Y recalco lo de animal, porque es así como debemos tratarlos. No son personas, ni nuestros bebes, ni nuestros hijos, ni nuestras parejas...Son animales, y debemos respetar lo que son, si queremos equilibrio y armonía en nuestra "manada").
Los perros son animales muy sensibles a la energía y al lenguaje corporal, y se dan cuenta enseguida cuando no asumimos nuestro papel. Captan que hay un desequilibrio y la necesidad de un líder y asumen ellos ese papel, aunque no sea lo mas deseable, y les produzca el estrés y la ansiedad que podemos ver en muchos perros.
Cuando cogemos nosotros el papel que nos corresponde en nuestra "manada", el perro va a liberarse de esa carga, de ese estrés y de esa ansiedad y va a convertirse en un seguidor. Por fin va a poder relajarse y tomar el papel que le corresponde.
Muchas veces pensamos que disciplinar a nuestro perro, que tanto queremos y que con tanto cariño tratamos, es cruel o va a ser perjudicial para el/ella, pero no nos damos cuenta de que disciplinar no significa maltratar ni castigar, sino imponer unas normas y unos límites necesarios para crear una convivencia equilibrada y tomar el papel que nos corresponde. Liberándolos a ellos de esa carga permitiremos que se relajen y sean felices, y así nosotros también podremos disfrutar de la relación con el animal que siempre hemos deseado y de una vida más plena.
Además de la disciplina, nuestro perro necesita hacer ejercicio diario. Muchos problemas de conducta son provocados, en parte, por una falta de ejercicio. Y no me refiero a sacarlo al descampado y tirarle la pelota, sino a buenos paseos, que fortalezcan además nuestra posición de líderes y nuestra relación con ellos, y que les haga quemar toda esa energía que tienen.
Por lo menos necesitan dos paseos al día de 30 minutos cada uno, aunque dependiendo de la energía del animal y de su necesidad en ese momento puede ser más tiempo. Lo recomendable son 3 paseos de 30 minutos al día.
Una vez que tengan cubiertas estas dos necesidades básicas, podemos darles todo el cariño que queramos, (en el momento adecuado, y no cuando estén ansiosos, agresivos o en un estado que queramos corregir) y jugar con ellos, que es una parte muy importante en su equilibrio y en su felicidad (y también en la nuestra...)
Y cubriendo estas dos necesidades básicas evitaremos la mayoría de los problemas de conducta, y estaremos potenciando el equilibrio y la armonía en nuestra relación con ellos y en nuestra vida.
¿Es suficiente el ir a caminar con ellos en los paseos dos o tres veces al día?
ResponderEliminar¿O más bien necesitan correr y moverse mas intensamente como hacen corriendo tras la pelota o jugando con otros perros?
Saludos
Hola Carlos. Creo que ambas cosas. Necesitan jugar y relacionarse con otros perros, pero también los largos paseos con la persona cuidadora, donde poder fortalecer la relación líder-seguidor, que es la más equilibrada y saludable, tanto para ellos como para los cuidadores. Antes de llevarlos a jugar con otros perros, es recomendable darles un buen paseo para quemar el exceso de energía y que el acercamiento a otros perros sea en un estado de menor ansiedad y mayor tranquilidad, sobre todo en casos de perros inestables. La mayoría de las personas suelen basar los paseos únicamente en llevarlos a un determinado lugar a que hagan sus necesidades, tirarles la pelota o jugar con otros perros, pero descuidan una parte muy importante, que son los paseos con el cuidador. Yo te recomendaría que antes de llevarlo a jugar le des un buen paseo, teniendo en cuenta ciertas reglas que puedes encontrar en este blog (que está basado fundamentalmente en las enseñanzas de Cesar Millán) para crear una relación equilibrada líder-seguidor, evitando así futuros problemas de conducta del perro y haciendo los paseos mucho más agradables para los dos.
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