sábado, 27 de septiembre de 2014

Los perros cambian cuando lo hacemos nosotros, independientemente de su edad o pasado.


 En el 99 % de los casos, un perro puede cambiar su actitud y comportamiento casi instantáneamente, en el momento en el que nuestra energía y nuestra forma de comunicarnos con ellos cambia. Ellos aprenden y fluyen con la energía a una velocidad que ya nos gustaría a nosotros los humanos.
Por ello creo que al que le cuesta cambiar es a la persona y no al perro. Los perros viven el presente, y aunque hayan podido tener experiencias traumáticas en el pasado, o ya sean mayores, reaccionan ante la energía que les estemos emitiendo en el momento.

viernes, 19 de septiembre de 2014

¿Es gracioso lo que hace mi perro o es una obsesión que debo corregir?


 Algunas veces los perros adquieren obsesiones, que aunque en un primer momento pueden parecernos graciosas, son un reflejo de que algo no anda bien.
Un perro con falta de ejercicio puede enfocar ese exceso de energía en obsesiones como una pelota, una piedra, una luz o cualquier cosa en la que poder descargar esa energía.
Morder piedras es un claro ejemplo de un comportamiento que debemos corregir por su bien.