viernes, 2 de mayo de 2014

La hora de la comida


 Cuando damos de comer a nuestro perro o perra, es muy importante conseguir un estado de calma y sumisión en él o ella, antes de que empiecen a comer. Muchos perros se ponen ansiosos ante el momento de la comida, y algunos dominantes e incluso agresivos. Todo esto lo debemos de evitar y corregir cuando se dé. Para ello debemos tener muy presente que la comida es nuestra, que se la damos nosotros al animal y que comerá cuando nosotros se lo permitamos, y así conseguiremos un estado de calma y sumisión. No daremos de comer a nuestro perro hasta que este tranquilo. Para ello
le haremos alejarse, si esta ansioso o nervioso,  y nos colocaremos encima del plato, que es como nuestro lenguaje corporal y nuestra energía le está diciendo que la comida es nuestra y que comerá cuando nosotros le dejemos. Cuando hayamos conseguido que este tranquilo y sumiso, le dejaremos comer o le acercaremos el plato para que coma. Ésto es muy importante, ya que reforzará nuestra posición de líderes de la manada, y conseguirá la relajación y sumisión necesaria para una convivencia equilibrada.
Tomar el papel de líderes con respecto a nuestros animales es muy importante si queremos equilibrio y armonía, y les quita a ellos un gran peso de encima, ya que cuando no tomamos nosotros ese papel, se ven obligados a tomarlo ellos, y es cuando aparecen los problemas.
También es muy importante que respeten nuestro espacio cuando estamos comiendo. Les daremos comida si lo deseamos, pero cuando estén calmados y nos dejen nuestro espacio. No permitiremos que se suban a la mesa a pedir comida o que nos molesten mientras estamos comiendo.
Estos comportamientos debemos corregirlos con nuestro lenguaje corporal, siendo firmes, dándoles toques con la mano, (no pegarles nunca, ya que no sólo no sirve para lo que pretendemos, sino que es contraproducente) y sin hablarles, ni gritarles. Ellos entienden el lenguaje corporal y nuestra energía, que debe ser firme y tranquila. Sacamos pecho, cabeza alta y nos esforzamos en mantenernos calmados, sin enfadarnos. Enfadándonos proyectamos una energía débil.

Sí nuestro perro tiene problemas de conducta, debemos preguntarnos qué necesidad suya no estamos cubriendo.
Los animales necesitan disciplina, y que tomemos nosotros el mando les deja a ellos en un estado de relajación. Y es  cuando podemos disfrutar verdaderamente con ellos, y con todo lo bueno que tienen para darnos. Están deseando complacernos y hacer lo que les pidamos. Nosotros tenemos la responsabilidad de cubrir sus necesidades, y de ser los dueños que se merecen.
Podemos conseguir ser los mejores dueños del mundo para ellos, y lograr equilibrio y armonía.
 Y ellos están deseando ayudarnos.

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