La historia de Shiva

 Un dia mi hermana trajo una perrita a casa. Era una boxer blanca preciosa, y desde que entró en casa ya nos llenaba de besos.
Era una perra muy cariñosa, siempre lo fué con nosotros y nuestro entorno, y nos gustó enseguida.
La queriamos mucho y le dabamos todo nuestro cariño y mimos. Era una perra muy atendida en cariños y cuidados, pero bastante desantendida en disciplina y reglas. El hecho de pensar que pudieron haberla maltratado anteriores dueños hizo que se la tratase de una manera especialmente indisciplinada.

Era una perra muy tranquila y cariñosa, excepto cuando llegaba la hora de salir a la calle, momento en el que se ponia muy ansiosa. Salia siempre por delante nuestra y dando grandes tirones que nos incomodaban mucho. Nosotros no haciamos otra cosa mas que decirle que se tranquilizase, en nuestro idioma claro, o a veces, cuando ya nos sacaba de quicio, la gritábamos. Esto no solucionaba el problema y ella seguia comportandose igual y tirando cada vez con mas fuerza.

Entonces empecé a ver por la tele los programas de una personsa que trataba casos de perros problematicos y cómo solucionar esos problemas. Me interesó mucho desde el principio, y vi que el problema no era de los perros, sino nuestro. Que los que nos comportábamos de forma incorrecta éramos nosotros. Y habia mucho que aprender en nuestro trato con ellos. Me pareció apasionante la manera en la que éste hombre conseguía un comportamiento equilibrado y tranquilo en los perros, sin largos adiestramientos, ni los sistemas de castigo/recompensa que suelen usarse. Él usaba otra forma de comunicarse con los animales, mas enfocada en la energía que todos emitimos, muchas veces sin darnos cuenta. Y los perros cambiaban casi automáticamente.

Yo empece a usar éstas tecnicas con nuestra perra, Shiva.
Cambié el arnés que usábamos para los paseos, por una simple cuerda atada al cuello en su parte mas alta. Noté al instante que así tiraba mucho menos. Y cada vez que salía con ella por la puerta, me aseguraba de que saliera yo por delante de ella y nunca al revés, como haciamos antes. Hacía lo mismo al salir por la puerta del portal, y esperaba a que estuviera en calma antes de salir. Con estas pequeñas pautas ya notaba un gran cambio en la manera de salir de casa. Ántes era pura ansiedad y nerviosismo, ahora habia mas tranquilidad.

Así empecé a poner en práctica las técnicas que había visto usar a Cesar Millan en sus videos, y fui notando grandes cambios en su comportamiento.
Sin embargo, en casa, otros miembros de mi familia no me apoyaban en éstas técnicas, y seguian con su manera de actuar, dandole cariño, cariño y mas cariño, pero sin disciplina ni reglas, con lo que los comportamientos no deseados de Shiva seguian aflorando, y cada vez con consecuencias peores. Su agresividad con otros perros, sobre todo con los mas pequeños iba en aumento, y su nerviosismo y ansiedad también.
 "Ya es muy mayor y no se puede hacer nada", decian en mi casa". "Educarla ya es muy dificil...". Pero yo no creia eso. Yo sabia que el problema estaba en nosotros y no en ella. Yo sabia que si cambiabamos nosotros, ella cambiaría, y que todo tenia solución.
Pero lo dificil no era cambiar a Shiva. Lo dificil era cambiar la manera de pensar y el comportamiento de mis familiares.

"Nuestra" perrita Shiva murió hace unos meses, siendo ya bastante mayor para su raza, y creo que vino a  este mundo a ayudarnos. Fue una perra muy especial para todos nosotros y nos aportó mucho a cada uno. A mi me enseño mucho sobre los perros y me ayudó a entenderlos mejor.  Me enseñó a ser mas seguro, tranquilo y a conectar más con la naturaleza. Me dio mucho amor y fue la mejor perra del mundo. Y siempre le estaré agradecido por todo lo que nos dió.