¿El perro te lleva a tí o tú lo llevas a él?

La importancia de la correa en los paseos.

 Cuando vamos a sacar a pasear a nuestro perro o perra, debemos tener en cuenta algunas cosas importantes, para que el paseo influya positivamente en nuestra posición de líderes respecto a ellos, conseguir un estado de calma en el animal, y no dejar que ellos sean los que tengan que asumir el mando y dirigir el paseo, con las consecuencias que tiene ésto y que podemos observar.
Un punto importante para ésto es el uso de la correa. Hay que saber que tipo de correa usar y cuál nos ayuda a conseguir un paseo equilibrado y potenciar nuestro papel de líderes y que el animal este tranquilo, y cuáles ayudan más bien a todo lo contrario.

Una forma equivocada de llevar a un perro es usando el arnés para perros. El arnés está hecho para que el perro tire, como en el caso de los trineos de perros. Y eso es precisamente lo que queremos evitar y lo que tantas molestias produce al sacar a nuestros animales. Así qué, salvo en el caso de animales muy pequeños, no debemos usar los arneses para perros, si no queremos que el paseo se convierta en un paseo en trineo, pero sin trineo...
Otra equivocación que solemos cometer en los paseos es usar correas extensibles. Las correas extensibles están hechas para rastrear, y que el perro vaya por donde quiera. Y creo que tampoco nos beneficia en nada sacar a nuestro perro así. Así que sí queremos un paseo equilibrado y saludable, y evitar los problemas que provoca el que el animal dirija el paseo y sea el líder y nosotros su seguidor, no debemos usar las correas extensibles.
Otra gran equivocación es usar las correas de castigo para perros. Son metálicas y se clavan en el cuello del animal cuando éste tira. Creo que es una forma muy equivocada de intentar controlarlos.
Suelen usarse en animales grandes y fuertes. Lo que suelen provocar es que el animal termine  insensibilizandose a ellas y termine tirando cada vez con más fuerza. También les puede provocar heridas, y en muchos casos, en un estado de excitación y agresividad, siguen tirando, aun con el daño que les pueda estar provocando el collar.
La mejor manera de sacar a un perro es usando una correa sencilla corta, atada lo más cerca posible de las orejas, en la parte alta del cuello. Ésto provocara que el perro tire muchísimo menos y nos ayudara a llevar nosotros el control en todo momento del animal.
Para controlar el paseo y dirigirlo nosotros y no el animal, debemos corregir las conductas que no deseamos, como que vaya por delante de nosotros, o que esté en un estado de nerviosismo o agresividad hacia otras personas o animales. En el mismo momento en que aparezcan éstas conductas, las corregiremos con un firme tirón de la correa hacia un lado. (No hacía atrás ni hacia arriba). Y en cuanto la hayamos corregido, volveremos a dejar la correa suelta. No debemos llevar al perro con tensión en la correa, ni estar nosotros tensos.
Así es como debemos llevar el paseo. El perro deberá ir a nuestro lado, en estado de tranquilidad, y nosotros le diremos (sin hablarle) cuándo parar a hacer sus necesidades, cuándo pararse a oler las cosas y cuando seguir caminando.
El paseos deberá ser de unos 30 minutos como mínimo, y si lo hacemos siguiendo estas sencillas pautas veremos los cambios que se producen en su conducta, que van a ser casi instantáneos. Los perros tienden al equilibrio enseguida, y somos nosotros a quienes nos cuesta más cambiar.
Llevar a tu perro o perra a un descampado y tirarle la pelota, no produce los beneficios ni refuerza nuestra relación de líderes con ellos, sino que más bien les provoca más excitación, y debe hacerse cuando ya les hayamos dado un buen paseo equilibrante.
Con éstas pautas conseguiremos grandes cambios, y el comportamiento que siempre hemos deseado. Estaremos llevándoles a un estado de tranquilidad y equilibrio, además de permitirles quemar la energía que tienen, y conseguir que estén más sanos y felices.
Así que...¿quién lleva las riendas? ¿tu perro o tu?